SILVER SPRING – Una influente de YouTube sobre moda y estilos de vida, Jessica Pettway, falleció este mes de cáncer de cuello uterino... a los 36 años; esa muerte prematura —y la de tantas otras mujeres— podría haberse evitado con una vacuna eficaz contra el contra el virus del papiloma humano (VPH), que causa aproximadamente el 95 % de los cánceres de ese tipo; pero la recibe mucha menos gente de la que debiera.
Un estudio reciente del Programa Nacional de Salud de Escocia (Public Health Scotland) muestra cuán efectiva puede ser esa vacuna para evitar el cáncer de cuello uterino: entre las 40 000 mujeres nacidas entre 1988 y 1996 que recibieron la vacuna antes de los 14 años no hubo ni un solo caso (esto incluye a las que solo recibieron una o dos dosis en lugar del protocolo completo de tres). La implicación es clara: si todas las mujeres y niñas elegibles del mundo recibieran la vacuna, podríamos eliminar casi todos los cánceres de cuello uterino.
La vacuna contra el VPH no solo beneficia a las mujeres ni protege solo contra el cáncer de cuello uterino, también lo hace contra cánceres en la cabeza, cuello, ano, pene, vagina y vulva. Además, como habitualmente el VPH se transmite por vía sexual, proteger a los varones implica proteger también a las mujeres; por eso todos los niños de entre nueve y catorce años —e, idealmente, todas las personas de hasta 45— debieran ser vacunados.
SILVER SPRING – Una influente de YouTube sobre moda y estilos de vida, Jessica Pettway, falleció este mes de cáncer de cuello uterino... a los 36 años; esa muerte prematura —y la de tantas otras mujeres— podría haberse evitado con una vacuna eficaz contra el contra el virus del papiloma humano (VPH), que causa aproximadamente el 95 % de los cánceres de ese tipo; pero la recibe mucha menos gente de la que debiera.
Un estudio reciente del Programa Nacional de Salud de Escocia (Public Health Scotland) muestra cuán efectiva puede ser esa vacuna para evitar el cáncer de cuello uterino: entre las 40 000 mujeres nacidas entre 1988 y 1996 que recibieron la vacuna antes de los 14 años no hubo ni un solo caso (esto incluye a las que solo recibieron una o dos dosis en lugar del protocolo completo de tres). La implicación es clara: si todas las mujeres y niñas elegibles del mundo recibieran la vacuna, podríamos eliminar casi todos los cánceres de cuello uterino.
La vacuna contra el VPH no solo beneficia a las mujeres ni protege solo contra el cáncer de cuello uterino, también lo hace contra cánceres en la cabeza, cuello, ano, pene, vagina y vulva. Además, como habitualmente el VPH se transmite por vía sexual, proteger a los varones implica proteger también a las mujeres; por eso todos los niños de entre nueve y catorce años —e, idealmente, todas las personas de hasta 45— debieran ser vacunados.