NUEVA YORK – El 5 de marzo de 2024, los residentes de Colorado votarán en una primaria para decidir qué candidatos podrán competir por la presidencia de los Estados Unidos en noviembre. La pregunta del momento es si en las papeletas hallarán el nombre del expresidente Donald Trump.
En un fallo reciente (calificado de «bombazo», «explosivo» y «un gran momento para la democracia») la Corte Suprema de Colorado respondió que no. Por mayoría de 4 a 3, el tribunal dictaminó que Trump ya está excluido porque la Sección 3 de la Decimocuarta Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos prohíbe a «insurgentes» ocupar puestos en los gobiernos federal o de los estados.
La decisión de la Corte se da a continuación de un fallo de un tribunal inferior del mismo estado, según el cual Trump participó en una insurrección cuando a fines de 2020 y principios de 2021 procuró en forma consciente y deliberada alterar el traspaso ordenado del mando. Además de denunciar un fraude electoral inexistente, alentó a sus seguidores a interrumpir el conteo de votos para los colegios electorales y participó en un intento de sustituir las nóminas de electores certificados con listas falsas integradas por partidarios. La Corte concluyó que estas acciones representan una rebelión activa contra la Constitución de los Estados Unidos.
NUEVA YORK – El 5 de marzo de 2024, los residentes de Colorado votarán en una primaria para decidir qué candidatos podrán competir por la presidencia de los Estados Unidos en noviembre. La pregunta del momento es si en las papeletas hallarán el nombre del expresidente Donald Trump.
En un fallo reciente (calificado de «bombazo», «explosivo» y «un gran momento para la democracia») la Corte Suprema de Colorado respondió que no. Por mayoría de 4 a 3, el tribunal dictaminó que Trump ya está excluido porque la Sección 3 de la Decimocuarta Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos prohíbe a «insurgentes» ocupar puestos en los gobiernos federal o de los estados.
La decisión de la Corte se da a continuación de un fallo de un tribunal inferior del mismo estado, según el cual Trump participó en una insurrección cuando a fines de 2020 y principios de 2021 procuró en forma consciente y deliberada alterar el traspaso ordenado del mando. Además de denunciar un fraude electoral inexistente, alentó a sus seguidores a interrumpir el conteo de votos para los colegios electorales y participó en un intento de sustituir las nóminas de electores certificados con listas falsas integradas por partidarios. La Corte concluyó que estas acciones representan una rebelión activa contra la Constitución de los Estados Unidos.