PARÍS – Las normas fiscales y los procedimientos de compra pública de la Unión Europea son claramente inadecuados frente a la amenaza que plantea la invasión rusa de Ucrania. Si en la Segunda Guerra Mundial los Aliados hubieran estado sujetos a las mismas restricciones, no habrían podido comprar lanchas para el desembarco en Normandía en 1944, equipar el Ejército Francés Libre del general Charles de Gaulle o emitir bonos de guerra en forma oportuna. Las regulaciones de la UE le restan capacidad para mitigar los efectos de la guerra y protegerse de una amplia variedad de ataques híbridos, al tiempo que prolongan la agresión militar rusa contra Ucrania.
Por eso crecen los pedidos de algunos líderes europeos de que la UE adapte su economía a una situación de guerra. El presidente francés Emmanuel Macron, por ejemplo, ha convocado una coalición de países para dar más apoyo a Ucrania. Pero aunque se necesitan cambios con urgencia, hasta ahora los intentos en tal sentido se han limitado a la esfera militar, lo que deja a Ucrania y al bloque vulnerables en otros ámbitos.
Por ejemplo, es probable que para financiar y construir un nuevo interconector eléctrico con Ucrania (que con la intensificación de los ataques rusos contra la infraestructura energética puede volverse cada vez más esencial) se utilicen los mismos procedimientos de antes de la guerra. Lo mismo que entonces, es posible que un proyecto que se podría completar en, digamos, un año, se prolongue varios años más por la presencia de trabas burocráticas.
PARÍS – Las normas fiscales y los procedimientos de compra pública de la Unión Europea son claramente inadecuados frente a la amenaza que plantea la invasión rusa de Ucrania. Si en la Segunda Guerra Mundial los Aliados hubieran estado sujetos a las mismas restricciones, no habrían podido comprar lanchas para el desembarco en Normandía en 1944, equipar el Ejército Francés Libre del general Charles de Gaulle o emitir bonos de guerra en forma oportuna. Las regulaciones de la UE le restan capacidad para mitigar los efectos de la guerra y protegerse de una amplia variedad de ataques híbridos, al tiempo que prolongan la agresión militar rusa contra Ucrania.
Por eso crecen los pedidos de algunos líderes europeos de que la UE adapte su economía a una situación de guerra. El presidente francés Emmanuel Macron, por ejemplo, ha convocado una coalición de países para dar más apoyo a Ucrania. Pero aunque se necesitan cambios con urgencia, hasta ahora los intentos en tal sentido se han limitado a la esfera militar, lo que deja a Ucrania y al bloque vulnerables en otros ámbitos.
Por ejemplo, es probable que para financiar y construir un nuevo interconector eléctrico con Ucrania (que con la intensificación de los ataques rusos contra la infraestructura energética puede volverse cada vez más esencial) se utilicen los mismos procedimientos de antes de la guerra. Lo mismo que entonces, es posible que un proyecto que se podría completar en, digamos, un año, se prolongue varios años más por la presencia de trabas burocráticas.