JERUSALÉN– Es difícil imaginar que alguien en el Levante o en Oriente Medio en general haya logrado dormir el sábado por la noche, cuando Irán lanzó cientos de drones y misiles balísticos hacia sitios estratégicos en Israel y asentamientos israelíes en la zona ocupada de Cisjordania.
Casi todos los drones y misiles fueron interceptados antes de que alcanzaran sus objetivos, como resultado de un esfuerzo coordinado de Estados Unidos, Israel, Jordania y el Reino Unido. Lo que desató el ataque del sábado fue el bombardeo por parte de Israel del consulado iraní en Damasco el 1 de abril, en el que murieron 13 personas, entre ellas varios miembros de alto rango de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán. Este acto, una clara violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961, obligó a la República Islámica a responder.
Irán optó por atacar a Israel de manera directa, una decisión motivada, probablemente, por el deseo de defender su orgullo nacional después del ataque a su consulado que, según la Convención de Viena, es el territorio soberano de la República Islámica.
JERUSALÉN– Es difícil imaginar que alguien en el Levante o en Oriente Medio en general haya logrado dormir el sábado por la noche, cuando Irán lanzó cientos de drones y misiles balísticos hacia sitios estratégicos en Israel y asentamientos israelíes en la zona ocupada de Cisjordania.
Casi todos los drones y misiles fueron interceptados antes de que alcanzaran sus objetivos, como resultado de un esfuerzo coordinado de Estados Unidos, Israel, Jordania y el Reino Unido. Lo que desató el ataque del sábado fue el bombardeo por parte de Israel del consulado iraní en Damasco el 1 de abril, en el que murieron 13 personas, entre ellas varios miembros de alto rango de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán. Este acto, una clara violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961, obligó a la República Islámica a responder.
Irán optó por atacar a Israel de manera directa, una decisión motivada, probablemente, por el deseo de defender su orgullo nacional después del ataque a su consulado que, según la Convención de Viena, es el territorio soberano de la República Islámica.